martes, 25 de octubre de 2016

Mesoamérica

Mesoamérica (en griego: μέσος [mesos], ‘intermedio’)? es la región cultural del continente americano que comprende la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador y Belice, así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. No debe confundirse con la región mesoamericana, concepto acuñado para denominar una región geoeconómica por organizaciones internacionales tales como laOCDE.1 Mesoamérica, como se expone en este artículo, es un área definida por la cultura. Esta región vio el desarrollo de una civilización indígena en el marco de un mosaico de gran diversidad étnica y lingüística. La unidad cultural de los pueblos mesoamericanos se refleja en varios rasgos que Paul Kirchhoff definió como el complejo mesoamericano.2
La definición de lo que se acepta como mesoamericano es objeto de discusión entre los estudiosos de esta civilización; sin embargo, con frecuencia se menciona en el inventario la base agrícola de la economía, el cultivo del maíz, el uso de dos calendarios (ritual de 260 días y civil de 365), los sacrificios humanos como parte de las expresiones religiosas, la tecnología lítica y la ausencia de metalurgia, entre otros. En su momento, la definición del complejo mesoamericano sirvió para distinguir a los pueblos mesoamericanos de sus vecinos del norte y el sur.
El desarrollo de Mesoamérica se extendió por varios siglos. Los especialistas discuten sobre la época que puede considerarse el «inicio» de la civilización mesoamericana. De acuerdo con algunas posturas, el hito inicial consiste en el desarrollo de la alfarería. Otros consideran que el primer complejo mesoamericano se desarrolla entre los siglos XV yXII a. C., período contemporáneo a la cultura olmeca. A lo largo de su historia, los pueblos mesoamericanos construyeron una civilización cuyas expresiones hablan de elementos compartidos por varios pueblos y rasgos que los distinguen entre sí. En la medida que avanzó el proceso civilizatorio, algunos rasgos se homogeneizaron por el contacto interétnico y otros adquirieron especificidad en ciertos contextos. Este proceso fue continuo y perduró hasta la colonización española. Algunos autores emplean indistintamente los nombres nahuas para describir objetos y conceptos originales de Mesoamérica,3 y otros destacan las diferencias entre los pueblos de la región.4
La mayor parte de los pueblos mesoamericanos hablaron lenguas pertenecientes a las siguientes familias lingüísticas:otomangueana, mayense, mixezoqueana, totonacana y utoazteca. Otras lenguas están aisladas o no pudieron ser clasificadas porque desaparecieron en el proceso de castellanización que comenzó con la colonización española y continúa hasta la fecha. Este mosaico de lenguas y etnias estuvo presente durante la época prehispánica y tiene su correlato en las numerosas culturas indígenas que se desarrollaron en diversas zonas y tiempos de Mesoamérica, entre las cuales las más estudiadas han sido la mexica, la maya, la teotihuacana, la zapoteca, la mixteca, la olmeca o la tarasca. A pesar de la concentración de estudios que se han dado en el caso de esas importantes culturas, Mesoamérica fue escenario de muchos pueblos, algunos de los cuales han apenas comenzado a ser investigados a partir de excavaciones recientes.

LA DIMENSIÓN HISTÓRICA DE LA GEOGRAFÍA MESOAMERICA


Para comprender la geografía de Mesoamérica hay que situarla en una dimensión diacrónica, es decir, como una realidad dinámica. Hay que enfatizar que Mesoamérica es una civilización compartida por pueblos de diverso origen étnico y que, a diferencia de otras civilizaciones como el Antiguo Egipto o Mesopotamia, los pueblos que compartieron la civilización mesoamericana no constituyeron nunca una unidad política. Las fronteras de Mesoamérica corresponden a los territorios de aquellos pueblos que formaron parte de la esfera de la civilización mesoamericana, que comparte una cultura cuyas características se abordan más abajo. Los confines de Mesoamérica tampoco corresponden con los límites de ningún país moderno. Después de la conquista española, los pueblos mesoamericanos quedaron incorporados al virreinato de la Nueva España, pero este dominio de la corona española incluyó también a otros grupos de culturas diferentes tales como los oasis americanos, los nómadas de Arid oamérica y los pueblos de la baja América Central.
Mesoamérica ocupa una porción del continente americano entre el océano Pacífico al oeste; y el mar Caribe y el golfo de México al norte y al oriente. Sus límites septentrionales son menos claros, con excepción de aquellos dados por la Península de Yucatán. En su época de mayor avance dentro del continente, hacia el norte, los territorios de la mesoamerica nidad incluyeron la sierra Madre Occidental de Durango y Zacatecas, la sierra Gorda, el Tunal Grande y la sierra de Tamaulipas. Esto ocurrió durante el período Clásico. Ese avance hacia el norte fue favorecido por condiciones climatológicas que permitieron la agricultura y la concentración urbana; el contexto climático actuó en conjunto con la creciente importancia de las rutas de intercambio entre Oasis américa y Mesoamérica que atravesaban las zonas de la Altiplanicie Mexicana señaladas antes. Prolongadas sequías y crisis políticas arrastraron a las sociedades del norte de Mesoamérica y la región fue abandonada y ocupada nuevamente por nómadas arido americanos alrededor del siglo VIII d. C.11
Por otro lado, el límite sur y oriental de Mesoamérica fue más o menos estable. Sin embargo, algunas manifestaciones de los pueblos de la zona se alejaron de las pautas mesoamericanas durante el Preclásico Tardío y el Clásico Temprano (ss. IV a. C.-VII a. C.), de modo que durante esta época la región de Centroamérica se alejó de la esfera cultural de la América Media. Al terminar esta etapa, los lazos con las culturas mesoamericanas se restablecieron y fueron reforzados por las migraciones de grupos otomangueanos (chorotegas y mangues) y uto-aztecas (pipiles y nicaraos).12

Rasgos geográficos de Mesoamérica

Mesoamérica se encuentra aproximadamente entre los paralelos 10° N y 22° N. Es un territorio de gran diversidad topográfica y ecológica. Su topografía es diversa porque la conforman varias cadenas montañosas y nudos que forman parte del Cinturón de Fuego del Pacífico. Por otro lado cuando se adentra hacia el norte de las tierras altas, en la península yucateca, desaparecen las serranías y decrece la altitud hasta convertirse el territorio en una planicie calcárea que en su extremo más septentrional se caracteriza por sus selvas bajas y clima caluroso. Todo esto es un factor elemental para comprender la geografía de Mesoamérica, porque introduce un factor de diversidad notable. Por eso, aunque Mesoamérica en lo general se encuentra en la zona tropical y subtropical, alberga grandes contrastes climáticos.

HISTORIA

Mesoamérica comienza un prolongado proceso de sedentarización plena a partir del siglo XXVI a. C., aunque la agricultura —que fue la base de la economía de todos los pueblos mesoamericanos y el factor principal que favoreció su sedentarismo— fue descubierta varios milenios antes.35 Se toma como comienzo de la civilización mesoamericana la aparición de la cerámica, cuyos vestigios más antiguos corresponden a los hallazgos de Puerto Marqués (en la costa de estado de Guerrero, siglo XXVI a. C.)36 y a la fase Purrón del Valle de Tehuacán (centro de México, siglo XXIV a. C.).37 Estos tempranos testimonios de la tecnología cerámica en Mesoamérica —que además son fuente de controversia entre los especialistas38 — concentrados sólo en algunos sitios como los señalados, han motivado entre algunos autores la opinión de que la aparición de estos materiales se debe probablemente a un vínculo entre los pueblos de la costa del Ecuador y los primeros mesoamericanos.39
De acuerdo con la cronología adoptada en este artículo, el período al que se hace alusión se divide en tres grandes etapas: Preclásico Temprano (ss. XXV-XV/XII a. C.), Preclásico Medio (ss. XII-IV a. C.) y Tardío (ss. IV a. C.-II d. C.).40 Durante la primera etapa, se generaliza la manufactura de la cerámica en toda la región, se consolidó la agricultura del maíz y otras hortalizas y dio inicio un proceso de estratificación social que concluye con la aparición de las primeras sociedades estratificadas en la costa del golfo de México y el Pacífico de Guatemala. En el preclásico temprano, la cultura Capacha fue un motor importante en el proceso civilizador mesoamericano, y su alfarería alcanzó una amplia difusión.
Hacia el año 1500 a. C., las culturas de Occidente entraron en una fase recesiva, acompañada por su asimilación entre los pueblos que habían sostenido relaciones con ellas. De este modo, surgieron Tlatilco en el valle de México y la cultura Olmeca, en el Golfo. Tlatilco fue uno de los principales centros de población mesoamericanos de la época. Se especializaba en la explotación de los recursos del lago de Texcoco y la agricultura del maíz. Algunos autores suponen que Tlatilco fue fundada y habitada por los antepasados de los actuales otomíes. Por otro lado, los olmecas habían entrado en una fase expansiva, que los llevó a construir las primeras obras de arquitectura monumental en La Venta y San Lorenzo. Los olmecas intercambiaban productos tropicales de su área nuclear, y controlaban los yacimientos minerales de Guerrero y Morelos, donde establecieron varios enclaves como Teopantecuanitlán y Atlihuayán. Su influencia se hizo sentir en Nicoya, Costa Rica y toda el área Maya. El impulso de la cultura olmeca alcanzó a sus vecinos del sureste y Oaxaca, y contribuyó a las primeras fases culturales de Kaminaljuyú y San José Mogote. Esta última población cedió la hegemonía en el altiplano oaxaqueño a Monte Albán hacia final del preclásico medio. Por esa misma época, en el Bajío, florecía la cultura de Chupícuaro, mientras en el Golfo, los olmecas entraban en declive.
Entre lo grandes hitos culturales que marcaron el preclásico Medio se encuentra el desarrollo de los primeros sistemas de escritura y la numeración vigesimal en el área nuclear olmeca y Monte Albán. Durante este período, las sociedades mesoamericanas eran sociedades estratificadas. Los vínculos entre los diferentes centros de poder habían permitido la consolidación de élites regionales que controlaban la explotación de los recursos y el trabajo de las clases campesinas. La diferenciación social se basaba en la posesión de ciertos conocimientos técnicos, como la astronomía, la escritura, y el comercio. Además, en el preclásico medio, dio inicio el proceso de urbanización que definió a las sociedades del clásico. Algunos núcleos de población como Tlatilco, Monte Albán y Cuicuilco habrían de florecer en la última etapa del Preclásico, mientras que las poblaciones olmecas se contrajeron y dejaron de ser protagonistas en el área.
Hacia el final del período posclásico, la hegemonía política y comercial de la región se trasladó a los núcleos de población localizados en el valle de México. Alrededor del lago de Texcoco existían varias aldeas que terminaron por convertirse en verdaderas ciudades, como las ya mencionadas Tlatilco y Cuicuilco. La primera se localizaba en la ribera norte del lago, mientras que la segunda se ubicaba en las faldas de la serranía del Ajusco. Tlatilco mantenía fuertes relaciones con las culturas del Occidente, en tanto que Cuicuilco controlaba el comercio con el Área Maya, Oaxaca y la costa del Golfo. La rivalidad entre ambas habría de concluir con la declinación de la primera. Por otro lado, en Monte Albán, en la zona oaxaqueña, los zapotecos habían comenzado un desarrollo cultural independiente de los olmecas, reelaborando los elementos de esa cultura y adquiriendo características propias. En el altiplano de Guatemala,Kaminaljuyú avanzaba también en dirección de lo que sería la cultura maya clásica, aunque sus vínculos con el Centro y el Golfo seguían marcando las pautas de los comienzos de esa cultura. En todas las regiones de Mesoamérica, con excepción de Occidente, donde había arraigado la tradición de las Tumbas de Tiro, las ciudades se enriquecieron con construcciones monumentales realizadas sobre planos urbanísticos que sorprenden por su complejidad. De esta fecha datan la pirámide circular de Cuicuilco, la plaza central de Monte Albán y la pirámide de la Luna en Teotihuacan.
Cerca del año 0, Cuicuilco había desaparecido, y la hegemonía en la cuenca de México había pasado a Teotihuacan. Los dos primeros siglos de la era cristiana fueron el período en el que la Ciudad de los Dioses habría de consolidarse como la mayor ciudad de la milenaria Mesoamérica y su principal centro político, económico y cultural en los siguientes siete siglos.

CARACTERÍSTICAS DE LA CIVILIZACIÓN 
MESOAMERICANA
Paul Kirchoff, al mismo tiempo que delimitó el área mesoamericana en términos geográficos, propuso una serie de características que definían a las culturas de la región y que eran comunes a todas ellas. Entre esos rasgos culturales, notó el uso de dos calendarios, uno ritual de 260 días, y otro de 365 días. La numeración con base veinte y la escritura pictográfica-jeroglífica, el sacrificio humano, el culto a ciertas divinidades (entre las que sobresalen los cultos a las divinidades del agua, el fuego y la Serpiente Emplumada), y varios elementos más. Los anteriores son rasgos culturales más o menos compartidos por todos los pueblos de la Mesoamérica precolombina.
Si bien Paul Kirchhoff dio una definición general de Mesoamérica, actualmente la noción va más allá de simplemente criterios materiales (cultivo de maíz, empleo de algodón, politeísmo, etc.), e incluye aspectos culturales que se originaron a partir de las primeras sociedades sedentarias. Christian Duverger argumenta que la máxima expresión de la civilización mesoamericana fue la cultura mexica. Sin embargo, esta perspectiva ha sido combatida por otros autores (como López Austin, López Luján y Florescano), quienes sostienen que la civilización mesoamericana es el resultado de la participación de múltiples pueblos con diferentes creencias. A pesar de la diversidad étnica, Mesoamérica alcanzó un grado de relativa homogeneidad gracias a los contactos existentes entre las diferentes regiones por virtud de los intercambios comerciales o las campañas militares.
El calendario de 260 días el cual era llamado Xihuitl o civil, agrupado en 13 meses de 20 días, al cual se le daba el nombre de Tonalpohualli entre los pueblos centrales, Tzolkin entre los mayas y Pije entre los zapotecas., cuyo inicio fue a partir del 1200 a. C., refleja la evolución del uso de la medición del tiempo, no sólo para saber qué días hay que cultivar, qué celebraciones religiosas se debían de realizar, cuál era el movimiento de los astros; sino que también era usado con fines adivinatorios y de establecimiento de los diversos destinos de los hombres.
Los nombres usados para identificar tanto los días como los meses y los años en el mundo mesoamericano proviene en gran parte de la visión mágico–religiosa que tuvieron los habitantes de Mesoamérica del medio natural con el cual convivían a principios del período Preclásico Temprano: animales, flores, los astros y la muerte. La presencia de este calendario está en todas las zonas culturales mesoamericanas: desde los olmecas, la región de Oaxaca, la zona Maya y elAltiplano Central.
La escritura glífica y su estudio han pasado por diversas etapas. Desde un principio se discutió si el sistema glífico mesoamericano (excluyendo el sistema maya) era una muestra de un sistema de signos que expresaban ideas, principalmente religiosas. Un sistema que no utiliza la fonética. En relación con el uso de elementos pictográficos y su relación con los iconos, la escritura mesoamericana siempre manejó una gran variedad de significados, no sólo una visión artística, sino también religiosa y cultural. Los glifos comprenden personajes, animales, elementos calendáricos, topónimos de lugares, entre otros, que están presentes en todas las culturas mesoamericanas, incluso en Teotihuacan, donde las imágenes son bellas y elaboradas artísticamente. Los glifos que predominan son los pictográficos e ideográficos.
La utilidad de la escritura entre los mesoamericanos fue variada: sirvió para permitir la interpretación de las señales enviadas por los astros en relación con el nombre y destino de las personas. Otro uso fue para la explicación tanto de los mitos e historias de los pueblos, que eran plasmados en los glifos, tanto en piedras o en papel. Este trabajo era realizado por los sacerdotes, quienes eran los únicos que podían comprender las imágenes.
Pero un aspecto muy importante de la escritura fue que era usada por los gobernantes para legitimar su poder. La mesoamericana fue una escritura plasmada en monumentos públicos, pinturas murales, estelas y estructuras piramidales, que dan a toda persona común una simple explicación del poder de sus señores, una especie de propaganda. Los mesoamericanos también usaban el sistema de numeración vigesimal.

Ofrendas a la tierra[editar]

El enterrar ricas ofrendas en los centros ceremoniales, proviene desde los tiempos del inicio del sedentarismo de los grupos otrora nómadas. Delimitar el espacio ceremonial y territorial para establecer un orden cósmico en la tierra, para justificar el dominio de las clases gobernantes hacia el resto de la sociedad.
Una alabanza a los dioses primigenios: el viejo fuego proveniente de los volcanes, y la Madre–Tierra. Ofrendas que son demostradas a todo individuo perteneciente a una sociedad mesoamericana a través de un túmulo de tierra, que con el tiempo se transforma en las construcciones monumentales de tipo piramidal.
Las ofrendas son importantes para el centro ceremonial: dan el poder ideológico y religioso. De ahí que los saqueos de ofrendas, signifique algo más que la búsqueda de riquezas: el debilitar y erradicar ese poderío religioso y político al centro ceremonial.

POLITEÍSMO
La gran extensión del panteón mesoamericano se dio gracias a la incorporación de elementos ideológicos–religiosos nuevos a la primigenia religión: Fuego–Tierra–Agua–Naturaleza. La importante incorporación de las divinidades astrales (sol, estrellas, constelaciones, Venus) y su representación en esculturas antropomorfas, zoomorfas, también antropozoomorfas y formas de objetos cotidianos.
Las cualidades de los dioses y sus atributos fueron cambiando a través del tiempo y de la influencia cultural de otros grupos mesoamericanos. Dioses que a la vez son tres entes cósmicos diferentes y a la vez son solo uno. La religión mesoamericana tiene una característica importante: la existencia del dualismo entre las divinidades. El enfrentamiento entre polos opuestos: positivo, ejemplificado con la luz, lo masculino, la fuerza, la guerra, el sol, etc.; y lo negativo, la oscuridad, lo femenino, el sedentarismo, la paz, la luna, etc.

Sistema dualista de pensamienTO

Hay que entender por pensamiento dualista la capacidad que tienen los indígenas de pensar los contrarios bajo una modalidad única, y el espíritu mesoamericano está marcado por éste, tanto en la religión y la política como en las creencias populares y los comportamientos cotidianos. Este pensamiento nace de la superposición de los nahuas y los autóctonos, es decir, de una fusión cultural entre ambos; existen un sinnúmero de manifestaciones en torno a este tipo de pensamiento, pero solamente se tomarán los ejemplos más representativos: el nagualismo y el juego de pelota.

CRONOLOGÍA 
La complejidad de los desarrollos paralelos de los diversos pueblos mesoamericanos es un factor que ha llevado a los especialistas a plantearse la pertinencia de una única cronología para toda Mesoamérica. Esta realidad compleja, tanto en el tiempo como en el espacio, puede dar alguna luz acerca de la diversidad de cronologías que han aparecido para abordar diacrónicamente el devenir de la civilización mesoamericana.
Las primeras tentativas de periodización para la región aparecen en el siglo XIX, con el asombro de los viajeros estadounidenses y europeos ante los restos olvidados de las antiguas ciudades mesoamericanas —especialmente las del Área Maya—. La cronología más común para la historia mesoamericana divide a la historia precolombina de esta región del mundo en tres grandes períodos, el Preclásico, el Clásico y el Posclásico. Esta periodización ha sido criticada por varios autores,31especialmente porque tiene su origen en una analogía entre la cronología empleada para la Antigua Grecia y el proceso civilizatorio que tuvo lugar en Mesoamérica antes de la llegada de los españoles.32
A pesar de las críticas, la periodización tradicional para Mesoamérica es de amplio uso en el mundo académico, aunque las fechas y caracterizaciones de cada uno de los tres grandes períodos pueden variar un poco. Aquí se ha elegido la periodización que aparece en El pasado histórico, obra de Alfredo López Austin y Leonardo López Luján.33 Dicha cronología apunta al desarrollo de la cerámica más antigua como hito inicial de la civilización mesoamericana (siglo XXV a. C.) y señala como su conclusión la conquista de la América Media por parte de los españoles en la tercera década del siglo XVI. Hay que enfatizar que las fechas son aproximadas y no sólo pueden tomarse como una aproximación. Cada una de las regiones que constituyen a Mesoamérica y cada uno de sus pueblos tuvo una historia particular cuyos procesos específicos difícilmente podrían ser captados por una cronología, que es sólo un modelo interpretativo.


EN ESTE MAPA SE MOSTRARA LAS 5  PRINCIPALES CIVILIZACIONES QUE CONFORMARON MESOAMERICA.
A CONTINUACIÓN VERÁN UNOS DOCUMENTALES DE LAS CIVILIZACIONES.

CULTURA OLMECA 

CULTURA MAYA

CULTURA AZTECA


CULTURA TEOTIHUACANA


CULTURA ZAPOTECA

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